
Falta de educación formal como factor de la contaminación de residuos
En el 2018, la casa de estudios USIL, la empresa Kimberly-Clark Perú, y el grupo El Comercio, se unieron para concientizar a los escolares sobre la importancia del reciclaje y ayudar a los niños de Aldeas Infantiles S.O.S por medio de la campaña ‘Ecolegio, tu acción tiene eco’.En ella, participaron 24 colegios de Lima. En ella, los escolares tendrán el compromiso de recolectar 100 toneladas de papel con el que las empresas generarían fondos para alimentar a alrededor de 2 mil niños de A.I. S.O.S. Dicho esto, podemos apreciar cómo es que la educación influye en la práctica de la cultura de reciclaje en los ciudadanos.Pero,¿Cómo es que la falta de implementación de programas de educación ambiental contribuye a la persistencia del problema de la contaminación?
La educación es parte importante en la formación ciudadana. Según la UNIFE (2015), la etapa de aprendizaje marca permanentemente al individuo, e influye en su carácter frente a la sociedad. Los espacios de educación más conocidos son los de los niveles inicial, escolar y universitario. Sin embargo, se pueden diferenciar distintos tipos de educación: La educación formal, que abarca los niveles ya mencionados y que aporta cultura a los estudiantes; la educación no formal, actividad organizada y educativa realizada fuera del marco oficial, para facilitar distintos tipos de aprendizaje a subgrupos específicos de la población; y la informal, la cual dura toda la vida , a través de la cual el individuo absorbe conocimientos, habilidades y actitudes mediante experiencias diarias y su relación en el entorno (UNIFE,2015).
Un problema en todos los tipos de educación señalados es la falta de enfoque crítico acerca del medio ambiente, lo cual produce deficiencias encaminadas al problema de la falta de conciencia sobre la contaminación de residuos.Contrariamente a lo mencionado,la ESAN (2008), en el 2006, creó una gama de proyectos que buscaban ser una propuesta eficaz para enfrentarlos. Se destinó al desarrollo de procesos de concientización a jóvenes peruanos entre los 11 y 15 años, para ser incorporados en las instituciones educativas públicas a través de un programa de gestión ambiental escolar. Paralelamente, el Ministerio de Educación (MINEDU), mediante la Resolución Directoral 0077-2007-ED, dio como norma para los sistemas educativos el fomento de prácticas ambientales en escuelas mediante la campaña “Escuelas seguras, limpias y saludables”, en convenio con el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) y el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). Siendo estas propuestas llevadas a cabo de manera exitosa, los resultados y respuesta de la población no fueron los esperados para considerar estas propuestas como un trabajo efectivo. El principal obstáculo identificado en tipos de educación en relación con el medio ambiente es,según la PUCP (2009), la falta de cultura de reciclaje, definido como el enfoque de desarrollo sostenible, nace de principios, valores y conocimientos.
Según MINEDU (2012), en Lima, el fracaso de estos programas y de la cultura de reciclaje también se ve influenciado por la creencia de que en ciertos rasgos de la piel (blanco, cholo, negro, indio) implican determinadas cualidades de orden, ético o intelectual. Según MINAM (2012), esto conduce a una nula o escasa difusión de la información en pueblos enteros, siendo todavía estas falsas creencias otra influencia más, un arma de sanción y exclusión social.
Indudablemente, un escenario clave para la formación de la cultura ambiental es la institución educativa de nivel básico. Las estrategias educativas y políticas inspiradas en la preservación, estuvieron centradas en la sensibilización de la población para conservar y proteger el entorno natural. En las instituciones educativas se trabajaban los temas de protección de la tierra, pero esta información no fue distribuía de manera equitativa para los sectores de Lima. En conclusión, el fortalecimiento de la cultura ambiental en la población peruana solo será posible si los distintos actores sociales asumen un compromiso más activo para incorporar el enfoque ambiental en los diferentes escenarios de actuación.